Ir al contenido principal

Preocúpate por mí en las madrugadas

Mi vida que es un laberinto
de estíos con inviernos y poca primavera,
de noches largas y amaneceres prontos
con tres enervantes o carente de ellos.

De mis dedos corre un híbrido entre prosa y blasfemia
que funde en mis ojos la tinta digital;
busca a su presa y la acecha,
la apresa y la deja libre,
no intenta matarla porque sólo espera.

Sin remitente, sin destinatario
surgen letras y sueños ardientes,
me deslizo entre nostalgias futuras
y añoro los próximos tiempos de verano.

Te digo que te preocupes por mí, sería lindo
saber que me esperas al otro lado del cuarto,
saber que me esperas al final de los tiempos,
sentir que me esperas al terminar la noche.

Porque tienes rostros distantes y cercanos,
eres una y a la vez eres todas las mujeres
que quiero y deseo como la primera noche
cuando te vi a los ojos y mis brazos te ataron.

En ese momento no te hablé de mis noches
que a veces son lentas y otras vertiginosas,
que me encuentro en la calle o fumando un recuerdo,
que me muero entre notas o follo con ellas.

Más luego me fundo en tus labios sin besos
con tímidos cánticos de imaginarios recuerdos
como aquella noche en que sin ver tu rostro
dejé que las almas hablaran entre penumbras.

Una línea de texto con un sonido agudo
me hace saber que ocupo tu mente a veces
como una serendipia o una estrella fugaz
de esas que tantas vimos y a la vez ya no.

Por eso digo que te preocupes por mí
porque a veces te pienso y ya no sé qué hacerte,
porque sé que me muero un poco sin saberlo
y a la vez te mato con el pulgar indeciso.

Como sea que fuese,
quien fuera que seas,
piensa en mí después de las doce,
no vaya a ser que yo no exista y muera
                     a menos que tú me sueñes.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Por ser tan buen actor...

Mentir es como quedarse dormido... Cuando te das cuenta, ya despertaste ... Es algo tan sencillo que lo hacemos a todas horas, todos los días, mientras hablamos, mientras comemos, mientras soñamos ... Nos engañamos y mentimos hasta a nosotros mismos... Mentimos muchas veces para evitar problemas, como el decir Claro cuando la respuesta es un NO tajante, de esos que dejan sin aliento... Pero también somos esclavos de nuestras propias mentiras... A veces nos queda como una segunda piel, la mentira ceñida a nuestro cuerpo, como aquel pantalón justo que dejaste de usar porque te apretaba, no lo soportabas, lo odiabas ...  Un día no soportarás las mentiras, las odiarás... Un día no soportaré mis propias mentiras ... Me odiaré...

Mentiras del Internet y sobre la gente amargada

Como algunos ya sabrán (o tal vez nadie de los que lee este blog, si es que alguien lo lee) hace unas semanas perdí mi celular... ese mismo día aprendí y recordé muchas cosas de la vida, y coincidió con ser dos días antes de que comenzara el Festival Artístico / Cultural de Cancún, que tuve a bien liderear junto con mi mujer... Algunas de las cosas que aprendí es que "No tiene caso enojarnos, si nosotros tuvimos la culpa de lo que pasó" cortesía de Ernesto; recordé que "Lo esencial es invisible a los ojos" y nos regalaron todas las flores del mundo... También me di cuenta del valor de las cosas materiales, osea nada, comparado con todo lo que realmente importa, y algunas cosillas similares... La pérdida de ese celular significó algo que nunca había pensado: el desprendimiento de lo material y lo fácil que se va lo que costó dinero... y esto viene a colación con el hecho de que ese mismo día recibí la enseñanza mencionada allá arriba de que no tiene caso enojarme...