Bajó el periódico y arqueó las cejas con un dejo de indiferencia.
- Así que ya lo mataron - dijo al tiempo que acomodaba las gafas con un dedo sobre su naríz, del otro lado de la mesa lo miraba su nieto con sumo interés.
- Dicen que van a venir a ayudarnos, yo tengo muchas esperanzas en ellos. Siempre que intervienen, las cosas cambian.
El abuelo hizo un ademán violento con la mano derecha, el periódico cedió a la gravedad.
Hola! Me gusta mucho tu blog espero que te haya gustado el mío.
ResponderEliminarSaludos :D