Como algunos ya sabrán (o tal vez nadie de los que lee este blog, si es que alguien lo lee) hace unas semanas perdí mi celular... ese mismo día aprendí y recordé muchas cosas de la vida, y coincidió con ser dos días antes de que comenzara el Festival Artístico / Cultural de Cancún, que tuve a bien liderear junto con mi mujer...
Algunas de las cosas que aprendí es que "No tiene caso enojarnos, si nosotros tuvimos la culpa de lo que pasó" cortesía de Ernesto; recordé que "Lo esencial es invisible a los ojos" y nos regalaron todas las flores del mundo... También me di cuenta del valor de las cosas materiales, osea nada, comparado con todo lo que realmente importa, y algunas cosillas similares...
La pérdida de ese celular significó algo que nunca había pensado: el desprendimiento de lo material y lo fácil que se va lo que costó dinero... y esto viene a colación con el hecho de que ese mismo día recibí la enseñanza mencionada allá arriba de que no tiene caso enojarme, pues yo tuve la culpa de perder ese celular...
Los contactos se recuperan finalmente, y hasta sirve de depuración, pues los que están cerca siempre van a estar ahí y los demás ya llegarán en su tiempo... es, como dicen algunos, sacar lo del pasado y abrir espacio para lo nuevo...
Todo esto viene a colación por las dos cosas que menciono en el título:
1.- Las mentiras del Internet
Todos hemos recibido ese correo en el que dice que nuestro celular tiene un código IMEI (si, el famoso código IMEI, del cual todos desconocemos el significado de sus siglas y que googlearé a continuación...) .....
IMEI = International Mobile Equipment Identity (gracias Wikipedia)
El punto es que en ese correo se nos dice que con dicho código, podemos bloquear nuestro celular en caso de pérdida o robo... pues resulta que cuando fui a Telcel a preguntar si eso era cierto, casi se rieron de mí... pues me explicaron que la operadora (Telcel) sólamente tiene acceso al servicio que ellos proveen, en este caso el chip que nos permite hacer llamadas y le da un número a nuestro teléfono. Lo más que pueden hacer es bloquear el chip, y eso no me interesa en lo más mínimo porque lo que quería era recuperar mi número.
Después, hablando con otras personas, me enteré de que es posible en otros paises, por lo general donde se manufacturan los aparatos y se tiene el control de los mismos... pero verán, creo que la Sony Ericsson tiene su fábrica en China... así que está medio cabrón...
2.- La gente amargada
Hay por todos lados, a ellos nada de lo que haga nadie le parecerá, y nada ganamos con amargarnos la vida porque sólo nos hacemos daño nosotros mismos... En cuanto a la gente que lo está, pues no podemos hacer nada más que compadecerlos, pero ayudarlos no se puede si ellos no quieren...
Durante los días del Festival, estuve en contacto con mucha gente, la mayoría muy agradable, pero siempre hay excepciones por las que uno piensa: "¿En qué momento quise salir a la sociedad?" Las personas con su caracter abusivo y mamón, por lo general se creen muy inteligentes, pero nada que ver... al contrario...
Ésta experiencia también me dejó esa enseñanza, o más bien, recordatorio, de que lo material, lo de alrededor no importa, nosotros, como diría mi musa, seguimos viviendo en nuestra burbuja...
En algún otro post hablaré más a fondo de lo seudo intelectual, pues es un tema al cual hay mucho que exprimirle, aunque tal vez no valga la pena darles tanta importancia a los pendejos...
En general, me doy cuenta de que mientras más caminamos a través del camino de la vida, nos encontramos con más obstáculos que nos enseñan a evaluar las posibilidades, añorar viejos tiempos y a crecer... que para eso estamos...
¡Ah! Una última cosa, amable lector... Le aconsejo que no sea mediocre... en pláticas con queridos amigos y amigas, ha salido a flote el asunto de la mediocridad (a lo que si vale la pena dedicarle un post). Hay que esperar mucho de la vida, pues la vida tiene mucho para exprimirsele y no nos podemos limitar a terminar la carrera, tener hijos, una casa, una esposa bonita y un perro...
Hay más en el patio que adentro de la casa, o al menos, se respira un aire más fresco.
Algunas de las cosas que aprendí es que "No tiene caso enojarnos, si nosotros tuvimos la culpa de lo que pasó" cortesía de Ernesto; recordé que "Lo esencial es invisible a los ojos" y nos regalaron todas las flores del mundo... También me di cuenta del valor de las cosas materiales, osea nada, comparado con todo lo que realmente importa, y algunas cosillas similares...
La pérdida de ese celular significó algo que nunca había pensado: el desprendimiento de lo material y lo fácil que se va lo que costó dinero... y esto viene a colación con el hecho de que ese mismo día recibí la enseñanza mencionada allá arriba de que no tiene caso enojarme, pues yo tuve la culpa de perder ese celular...
Los contactos se recuperan finalmente, y hasta sirve de depuración, pues los que están cerca siempre van a estar ahí y los demás ya llegarán en su tiempo... es, como dicen algunos, sacar lo del pasado y abrir espacio para lo nuevo...
Todo esto viene a colación por las dos cosas que menciono en el título:
1.- Las mentiras del Internet
Todos hemos recibido ese correo en el que dice que nuestro celular tiene un código IMEI (si, el famoso código IMEI, del cual todos desconocemos el significado de sus siglas y que googlearé a continuación...) .....
IMEI = International Mobile Equipment Identity (gracias Wikipedia)
El punto es que en ese correo se nos dice que con dicho código, podemos bloquear nuestro celular en caso de pérdida o robo... pues resulta que cuando fui a Telcel a preguntar si eso era cierto, casi se rieron de mí... pues me explicaron que la operadora (Telcel) sólamente tiene acceso al servicio que ellos proveen, en este caso el chip que nos permite hacer llamadas y le da un número a nuestro teléfono. Lo más que pueden hacer es bloquear el chip, y eso no me interesa en lo más mínimo porque lo que quería era recuperar mi número.
Después, hablando con otras personas, me enteré de que es posible en otros paises, por lo general donde se manufacturan los aparatos y se tiene el control de los mismos... pero verán, creo que la Sony Ericsson tiene su fábrica en China... así que está medio cabrón...
2.- La gente amargada
Hay por todos lados, a ellos nada de lo que haga nadie le parecerá, y nada ganamos con amargarnos la vida porque sólo nos hacemos daño nosotros mismos... En cuanto a la gente que lo está, pues no podemos hacer nada más que compadecerlos, pero ayudarlos no se puede si ellos no quieren...
Durante los días del Festival, estuve en contacto con mucha gente, la mayoría muy agradable, pero siempre hay excepciones por las que uno piensa: "¿En qué momento quise salir a la sociedad?" Las personas con su caracter abusivo y mamón, por lo general se creen muy inteligentes, pero nada que ver... al contrario...
Ésta experiencia también me dejó esa enseñanza, o más bien, recordatorio, de que lo material, lo de alrededor no importa, nosotros, como diría mi musa, seguimos viviendo en nuestra burbuja...
En algún otro post hablaré más a fondo de lo seudo intelectual, pues es un tema al cual hay mucho que exprimirle, aunque tal vez no valga la pena darles tanta importancia a los pendejos...
En general, me doy cuenta de que mientras más caminamos a través del camino de la vida, nos encontramos con más obstáculos que nos enseñan a evaluar las posibilidades, añorar viejos tiempos y a crecer... que para eso estamos...
¡Ah! Una última cosa, amable lector... Le aconsejo que no sea mediocre... en pláticas con queridos amigos y amigas, ha salido a flote el asunto de la mediocridad (a lo que si vale la pena dedicarle un post). Hay que esperar mucho de la vida, pues la vida tiene mucho para exprimirsele y no nos podemos limitar a terminar la carrera, tener hijos, una casa, una esposa bonita y un perro...
Hay más en el patio que adentro de la casa, o al menos, se respira un aire más fresco.
Muy bien... te escribo solo para que te enteres que si lo lei
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