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Mostrando entradas de diciembre 5, 2011

De Madrugada

Cuando tomé conciencia otra vez, comía directamente del mismo plato de ayer... La madrugada era tan apacible, que mis dientes hacían eco por toda la habitación. Tomé un poco de agua, sintiendo lentamente cómo mi lengua se iba hidratando. Me sentí mejor. De pronto tuve ganas de huir, salir corriendo quien sabe a dónde... y lo hice, corrí por toda la habitación destruyendo todo, sin saber abrir la puerta, me subí a la cama y ahí estabas tú, tranquilamente dormida... Observé tu cabello alborotado, aquel con el que tanto me gusta jugar cuando lo mece el viento, sentí tu lento respirar y decidí dormir a tu lado. La luz que se filtraba por la ventana le daba un tono amarillento a la pieza, vi tu piel hepatítica y me acerqué para rozarla con mi cara. Un sonido extraño salió por mi garganta, tu me volteaste a ver adormecida, alzaste tu mano y acariciaste mi cabello. Cerré los ojos para sentir. De mi boca salió ese involuntario sonido que llevo días repitiendo y que es mi ún